“Porque, no se le dé vueltas: España es una cosa hecha por Castilla, y hay razones para ir sospechando que, en general, sólo cabezas castellanas tienen órganos adecuados para percibir el gran problema de la España integral.” (p. 70: José Ortega y Gasset, España invertebrada.)
“Español, habla en español. Que a los demás españoles aunque a veces por cortesía lo disimulemos, no nos hace la más mínima gracia oir hablar en dialecto.” (p. 149: Setmanari ‘Domingo’, Sant Sebastià, 15 d’agost 1937).
“Ni dialectos como el catalán ni jerigonzas com el vascuence renovado.” (p. 152: Luis Antonio de Vega, director de ‘Domingo’, 19 de setembre de 1937).
“A ver cuando dejan ustedes de ladrar y hablan en castellano. ¡Estamos en España!” (p. 154: Joaquín del Moral, Inspector General de Presons, a Burgos, durant la guerra).
“Yo digo que el catalán tendría que llevarse a un museo por viejo. El catalán es solamente una imitación falsa del castellano... Los falangistas acabarán con la peste de estos nacionalistas que no son otros que unos bandoleros, asesinos y antipatriotas, que no pararemos hasta verlos arrastrados por un caballo o pudriéndose en una cárcel...” (p. 160: general Gonzalo Queipo de Llano, Sevilla, 7 de novembre de 1937)
“Muy apreciable la lengua catalana en el ambiente doméstico y familiar: muy apreciable también como signo de tradición. Pero la nueva España que se forja, la España Grande, precisamente por serlo, no podía continuar convertida oficialmente en sucursal de la Torre de Babel.” (p. 267: ‘El Noticiero Universal’, Barcelona, 27 de març de 1939)
“Si queremos ser dignos de esa redención y honrar a quien nos ha redimido, todos los españoles debemos hacer tres cosas: pensar como Franco, sentir como Franco y hablar como Franco, que hablando, naturalmente, en el idioma nacional, ha impuesto su Victoria...” (p. 297: ‘La Vanguardia Española’, Barcelona, 8 de juny de 1939)
“El Gobernador civil, prosiguiendo la labor depurativa del separatismo, ha impuesto varias multas a diversos establecimientos de nuestra ciudad que continuaban rotulando sus establecimientos en catalán y usando impresos en el mismo dialecto...” (p. 301: ‘El Correo Catalán’, Barcelona, 7 d’octubre de 1939.
“Todo libro que esté escrito total o parcialmente en lengua que no sea la española, precisamente, debe ser también retirado de la Escuela.” (p. 336: circular de la inspecció de primera ensenyança de Lleida, 20 de febrer de 1939).
“- ¿Por qué decís que la lengua castellana será la lengua de la civilización del futuro?
- La lengua castellana será la lengua de la civilización del futuro porque el inglés y el francés, que con ella pudieran compartir esta función, son lenguas tan gastadas, que van camino de una disolución completa.
- ¿Se habla en España otras lenguas más que la lengua castellana?
- Puede decirse que en España se habla sólo la lengua castellana, pues aparte de ésta tan sólo se habla el vascuence, que, como lengua única, sólo se emplea en algunos caseríos vascos y quedó reducido a funciones de dialecto por su pobreza lingüística y filológica.
- ¿Y cuáles son los dialectos principales que se hablan en España?
- Los dialectos principales que se hablan en España son cuatro: el catalán, el valenciano, el mallorquín y el gallego.” (p. 339: Menéndez-Reigada, Catecismo Patriótico Español, Salamanca, 1939)
Aquestes perles de la repressió feixista de les llengües no castellanes d’Espanya, i dels seus parlants, són una petitíssima mostra de la immensa feinada de Josep Benet, suara traspassat, en la història de la persecució de Catalunya i de la llengua catalana per les autoritats espanyoles sorgides per la força de la guerra de 1936-1939, especialment reflectida en la seva obra Catalunya sota el règim franquista. Informe sobre la persecució de la llengua i la cultura de Catalunya pel règim del General Franco (París, 1973), una obra que haurien d’aprendre obligatòriament de cor tots aquells que es farten de dir que els catalans som bilingües per naturalesa, que l’espanyol és la nostra llengua per voluntat pròpia i que mai s’ha d’imposar cap llengua a ningú. Només per aquesta antologia de l’horror sofrit pels catalans, pel simple fet de ser-ho, sota el règim dels avantpassats polítics del senyor Delgado o la senyora Estaràs (aquella que va dir que mai consentiria que el català tengués la mateixa consideració que el castellà), ja podem retre el nostre modest homenatge a tan il·lustre figura intel·lectual de la catalanitat. D’ell són també aquestes paraules finals, que convé que recordin els nostres dirigents polítics: “Cal que no oblidem que no ens podem comportar políticament amb ‘normalitat’, mentre no aconseguim que el nostre poble sigui, per fi, ‘un poble normal’.”
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